Jessica Aguilar (apodada “JAG”) es una persona increíble en términos de sus prioridades en la vida, ética de trabajo apasionada y cómo busca continuamente a otros para que la ayuden. Ella es muy apreciada por su gran corazón; y además de ser un ser humano increíblemente cálido y cariñoso, Jessica también es una competidora extremadamente feroz, y lo demuestra en todo lo que hace dentro y fuera de la jaula/colchonetas de MMA. La transformación de su comportamiento de "caballera" en su modo de "lucha guerrera" debe apreciarse. Todo comienza con el brillo en sus ojos, transformándose en una determinación enfocada con láser que se puede describir mejor como un modo depredador puro. Esto es difícil de imaginar, incluso cuando lo estás observando de primera mano, ya que Jessica brilla e irradia perpetuamente energía positiva que es insuperable. Es como si se hubiera encendido un interruptor, y esta pequeña dulzura de 115 libras se convierte instantáneamente en una máquina de lucha absoluta. Solo sus ojos te dicen que simplemente no habrá escapatoria de su estilo de lucha explosivo y agresivo. Sí, cuando llega el momento de que Jessica dé rienda suelta a aquello para lo que se ha entrenado sin descanso, sus habilidades de lucha simplemente se vuelven reaccionarias e instintivas.